domingo, 25 de marzo de 2012

Con toda la normalidad


‎- ¿Y hace mucho tiempo que cazó usted esos conejos?
- Sí, señorita. Hace quince días que los pesqué. Pero estoy siempre tan ocupado que no consigo tener ni cinco minutos libres para comérmelos... Siempre que pesco conejos, me pasa igual...
- Yo, para trabajar, tengo un vestido parecido al suyo. Solamente que, en lugar de llevar colgados esos bichos, llevo plátanos. Hace más bonito...
- Yo no consigo pescar nunca plátanos. Yo sólo consigo pescar conejos.
- Pero ¿los conejos se cazan o se pescan?
- Eso depende de la borrachera que tenga uno, señorita...
- ¿Y no le molestan a usted para bailar?
- Atrozmente, señorita. Con su permiso, voy a tirar uno al suelo... (Desprende un conejo del cinturón y lo deja caer en el suelo.)
- Encantada. (Siguen bailando)


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